Por Charles R. Swindoll
“Rentamos anillos de matrimonio.” Cuatro palabras en la vidriera de una joyería en Hollywood lo dice todo. Una boda en Hollywood aparece en todas las revistas de las tiendas. ¿Cuándo fue la última vez que usted vio un cincuentavo aniversario en la portada de esas mismas revistas?
El matrimonio se ha vuelto un acontecimiento de un día en lugar de un compromiso por toda una vida. Si hay algo en la lista de los críticos hoy en día, es el matrimonio. Hablamos de mala prensa. Hablamos de un juego de fútbol conversacional para patear a través de las plataformas de programas de entrevistas por televisión. Hablamos de un chiste en la oficina. El matrimonio está bajo fuego hoy en día.
¿Duda usted esto? Escuche la próxima vez que alguien anuncia sus planes futuros de matrimonio. Solo escuche. No diga nada. Escuche buscando palabras de afirmación y después compare esas con los severos comentarios y las estocadas sarcásticas. Quiero decir, usted pensaría que la persona ha anunciado planes de comprar una serpiente de siete metros como mascota cuando le dicen de sus planes de casarse este verano.
Hoy en día los hogares sólidos y felices corren el riesgo de volverse una especie en peligro de extinción. Tome el tiempo de pensar. Usted se pone a pensar en parejas que conoce que estaban felizmente casadas hace cinco años; por lo que usted podía ver, sólidas como una roca; y que el día de hoy ya no están casadas o ahora viven vidas separadas aunque no divorciadas. Y si usted desea que pegue un poco más cerca de casa, limite su lista a matrimonios cristianos.
De acuerdo al Dr. George Macer de la Escuela de Medicina de la Universidad de California del Sur, “La decadencia del matrimonio moderno ha llegado al punto donde una pareja felizmente casada parece ser la excepción.” ¿Escuchó usted eso? Si mantenerse casado hoy en día es raro, mantenerse felizmente casado es peculiar, extraño, y, si me atrevo a decirlo, anormal. Es casi al nivel donde algunos pueden pensar que las palabras que Dios le dijo a Adán fueron “No es bueno que el hombre esté casado”, cuando de hecho Él dijo, “No es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2:18).
A causa de que el matrimonio está bajo un ataque constante, es natural para nosotros olvidarnos que las familias fuertes crecen de matrimonios fuertes y poner en primera prioridad la meta de desarrollar familias fuertes. Es como construir una casa preciosa en arenas movedizas. El matrimonio es el cimiento de la vida familiar, y el matrimonio es una de las herramientas más poderosas de Dios para el ministerio. Permítame decirlo de nuevo… el matrimonio es una de las herramientas más poderosas de Dios para el ministerio.
Nuestra meta no es desarrollar matrimonios más fuertes. Es desarrollar matrimonios más fuertes para un propósito: el ministerio. Una de mis parejas favoritas en toda la Escritura se encuentra en Hechos 18. Este capítulo está lleno de acciones extraordinarias por una pareja ordinaria. Permítame ilustrar solamente dos. Cedieron una habitación por 18 meses, y ellos invitaron a un predicador ambulante a cenar. No parece muy difícil, ¿no es así?
En algún lugar en las calles de Corinto, Priscila y Aquila encontraron a un hombre que estaba de mala suerte. Pablo, en la miseria, indigente, y recién llegado de un viaje desmoralizador en Atenas, necesitaba un lugar donde quedarse. Ellos limpiaron una habitación. No por una noche, no por una semana, sino hasta que Pablo fuera llamado a seguir adelante.
Más tarde un prometedor joven evangelista llegó a la ciudad. Después de su elocuente sermón, Priscila y Aquila lo invitaron a cenar en su casa. Hechos 18:24-25 declara que Apolos era dotado y ferviente de espíritu. Aunque él era exacto en su enseñanza, su teología estaba incompleta. Esta pareja lo corrigió de su doctrina sin apagar su deseo. Dos hombres que hacían tiendas. Una familia obrera con una habitación adicional y una devoción a aplicar la Escritura correctamente. Ellos no habían asistido a un seminario. Ellos no eran pastores vocacionales. Ellos sencillamente abrieron una habitación para Pablo y un asiento en la mesa para Apolos. A través de su hospitalidad y su instrucción, ellos impactaron a dos de los líderes más grandes de la iglesia primitiva. ¿Y nosotros? ¿A quiénes podemos impactar que a su vez ellos pudieran impactar al mundo?
¿Desea usted tener un matrimonio feliz y satisfecho? Dedique tanto tiempo estableciendo contacto con otros como estableciendo contacto dentro de su matrimonio. No me malentienda… servir a otros no es una solución rápida para toda dificultad matrimonial. Los matrimonios sólidos dependen de honestidad, comunicación, y sacrificio. El tiempo que se pasa estableciendo contacto dentro del matrimonio es esencial, y usted debe esforzarse a satisfacer las necesidades de su cónyuge antes de satisfacer las necesidades de otros. Usted desea desarrollar un matrimonio fuerte y crear un propósito en su matrimonio: el ministerio. ¿Es arriesgado? Sí. ¿Es incómodo? A veces. ¿Es gratificante? Absolutamente sí. No hay nada mejor. ¿Y qué se requiere?
Voy a ser muy franco. Busque una persona en necesidad. Solo mire a su alrededor. ¿Qué le parece un hogar en dificultades con solo un padre o una madre? ¿Qué le parece una madre soltera? ¿Qué le parece un amigo herido emocionalmente? Claro, le pueden desordenar su vida un poco. Le pueden ensuciar su alfombra, pero usted cambiará sus vidas. Y si se descuida, pudieran revolucionar su matrimonio y fortalecer los mismos cimientos de su familia.
Autor: Charles R. Swindoll. Conocido sencillamente como “Chuck” en la comunidad cristiana en todo el mundo, el pastor, maestro y escritor Charles R. Swindoll ha dedicado más de cuatro décadas a la comunicación clara de la Palabra de Dios. Junto con una devoción abrumadora por ver la gracia de Dios transformando vidas, el pastor Chuck modela a la vez el gozo contagioso que brota al seguir al Señor Jesucristo de todo corazón.
Habiéndose graduado en 1963 del Seminario Teológico de Dallas, y habiendo servido como Presidente del mismo, el pastor Chuck tiene como visión el ayudar a preparar una nueva generación de hombres y mujeres para el ministerio. En el contexto del ministerio de la iglesia local, Chuck dirige Stonebriar Community Church en Frisco, Texas, en donde se ha sentido honrado al servir fielmente a Dios, con excelencia y eficacia para la gloria de Dios.
Imagen: Foto de SplitShire en Pexels